Aunque usted no lo crea los colores que usted utiliza en su
vestuario son una afirmación de su personalidad. Tiene mucho que ver con sus emociones, sus inseguridades, sus perjuicios y su deseo de diferenciarse de la multitud. En muchas ocasiones podemos confundir a los demás con lo que nos vestimos.
No es frecuente ver a una persona melancólica vestida de amarillo o una persona tímida vestida de rojo.
Tenemos ideas muy erróneas respecto a los colores y en ocasiones escogemos colores en nuestro vestuario que nos hacen lucir bastante mal.
Eliminar de nuestra mente las creencias y supersticiones y atrevernos a probar con la paleta es un reto que debemos ponernos. Estas decidida a hacerlo?
Los analistas en éste tema insisten en decir que nuestra elección del color en el vestir indica nuestro talante y nuestro carácter.
El rojo se relaciona con el sexo y la agresión, la dominación y la energía. Revela la impulsividad y el deseo de éxito en el amor o en la vida.
El marrón supone una naturaleza que busca la seguridad emocional antes que la satisfacción sexual.
El azul insinúa un carácter más tranquilo y reservado, compatible con altos ideales y ambiciones.
El verde sugiere una naturaleza egoísta y altiva, el deseo de impresionar, pero también el temor a ceder por miedo a perder el control.
Aquellas que eligen
el amarillo son generalmente optimistas y simpáticas sin demasiadas preocupaciones sexuales.
El negro conlleva un carácter obstinado, propenso, sin embargo a esquivar los dictados del destino. Puede corresponder a personas que no se entienden con los demás y se creen incomprendidas.
El Gris sugiere una discreta marginación y el deseo de evitar los compromisos emocionales.
El blanco representa la pureza, es el color tradicional del bautismo, la primera comunión, el matrimonio. Sugiere inocencia, simplicidad.
No soy de las personas que si me dicen que el rojo está de moda saco de mi closet los otros colores y lo lleno de rojo. Sería bastante estúpida si lo hiciera.
Cuando nosotras desconocemos la influencia del color en nuestro aspecto tendemos a cometer dos errores graves.
1- Nos dejamos llevar por lo que dice la moda (Esto es fatal) ,
2- Nos dejamos llevar por nuestro estado de ánimo (Peor )
Pero afortunadamente hay otro tipo de personas: De esas bastante escasas que saben escoger el color que les favorece dependiendo de la ocasión; olvidándose de la moda y dejando a un lado su estado de ánimo.
Aquí en secreto aunque ustedes no lo crean los hombres saben bastante de esto.
Recuerdo que cuando estaba entre 17 y 25 años aprox. casi toda mi ropa era en tonos azules. Salía a comprar otro color y llegaba a mi casa con el AZUL. Todo lo azul lo veía bonito y realmente me gustaba. Eso reflejaba mi personalidad en esa época llena de ideales, de sueños, de metas.
Después vino una época en que vestía mucho de negro. Muchas personas me preguntaban que si estaba de luto.
Fue una época bastante difícil, con muchos problemas, inseguridades, miedos, luchaba, trataba de hacer cosas pero nada me salía.
Luego empezaron algunos cambios cedió mi obstinación, empecé a ver la vida de una manera diferente y sin darme cuenta desapareció de mi closet ese color. Hoy en día me cuesta mucho ponerme algo negro. Lo utilizo más por complacer que por verdadero gusto..
Les cuento que jamás he tenido en mi ropero algo verde, ese dicen es el color de mi signo, se que es un color bonito, pero no me imagino con nada de ese color puesto.(Posiblemente porque no tengo nada de egoísta). Tampoco he comprado algo amarillo el color de mi piel que no es blanco ni moreno no me lo permite, creo que me vería como si tuviese ictericia.
Ahora los colores en mi ropero son más vividos y alegres, reflejan el cambio que ha tenido mi vida. Tengo deseos de probar con el verde y amarillo a ver como me sientan.
Este tema es bastante largo e interesante, seguiremos tratándolo, seguramente aprenderemos mucho. No te lo pierdas.
Llegó el momento de ponernos lo que nos conviene.
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El molde posterior de la falda basicade la falda está formado por dos piezas de tela cortadas al mismo tiempo con un solo molde. Las dos piezas son luego cosidas por el centro dejando una parte sin coser, formando así la abertura para la cremallera.
